Se ha convertido en un recurso fácil, sobre todo para aquellos que dedican poco tiempo a la cocina y su consumo ha aumentado de forma espectacular especialmente en los últimos años, pero lo cierto es que la comida basura es rica en grasas, sal y azúcares y muy pobres en nutrientes que favorecen a nuestro organismo.
Si estos te parecen pocos motivos para restringirla en nuestra dieta debes saber también que recientes estudios han demostrado que los niveles altos de fosfatos de los refrescos y alimentos procesados pueden favorecer la aparición de enfermedades cardiovasculares (mayor colesterol y triglicéridos en sangre, mayor hipertensión arterial, mayor peso corporal) y acelerar los signos de envejecimiento una razón añadida para que cambiemos nuestros hábitos y nos decantemos por escoger bien los alimentos que ingerimos si queremos llevar un estilo de vida saludable.
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