domingo, 7 de noviembre de 2010

Una carta para leer

Una amiga, me envió esta carta y quiero compartirla con vosotros.


Una carta de George Carlin:

Esta es una obra maestra. Si usted no la ha leído, tómese el tiempo para
leerla. Si ya lo leyó, tómese el tiempo para releerla.

No es sorprendente que George Carlin, comediante de los años 70 y 80, pudiera
escribir algo tan elocuente.

UN MENSAJE POR GEORGE CARLIN:

La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y
temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista más
estrechos. Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos
menos. Tenemos casas más grandes y familias más chicas, mayores comodidades y
menos tiempo. Tenemos más grados académicos pero menos sentido común, mayor
conocimiento pero menor capacidad de juicio, más expertos pero más problemas,
mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy
poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado,
amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy
rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores.
Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras
vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se
nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el
espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por
ello mejores.

Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo,
pero no nuestros prejuicios. Escribimos más pero aprendemos menos. Planeamos
más pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar.
Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla,
pero nos comunicamos cada vez menos y menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran
talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones
humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero más divorcios, casas
más lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales
desechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y
píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos
en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la
tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tu puedes elegir
compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán
aquí siempre.

Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita
crecerá muy pronto y se alejará de ti.

Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que
puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.

Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo
dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan
con toda el alma.

Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento,
porque un día esa persona ya no estará contigo.

Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus más preciadas ideas.

Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los
extraordinarios momentos que nos lo quitan.

George Carlin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario